Empiezo diciendo que tuvimos que abandonar la realización del ensayo clínico por falta de apoyo institucional por parte de nuestro Servicio de Salud, y falta de financiación. Se nos quedó en un bonito protocolo de ensayo clínico que hubiera podido tener resultados en un par de meses, pero... a veces las cosas no son como a uno le gustaría.
Ayer me llegó el mensaje angustiado de una amiga en el que
me decía que otra amiga la había llamado para decirle que se vacunara ya contra
el COVID, que había visto en la televisión la noticia de un chico joven al que habían tenido que intubar.
Siendo consciente de lo grave que puede ser esta enfermedad
- más cuando las recomendaciones oficiales para el tratamiento en Atención
Primaria es tratar únicamente con paracetamol… hasta que te pones a morir y
tienes que ingresar en el hospital - voy revisando periódicamente las cifras
oficiales de casos confirmados y de mortalidad, por grupos de edad.
Antes de meterme en faena,
quisiera recordar que en enero un grupo de médicos publicamos un estudio sobre los resultados obtenidos con un simple
tratamiento con azitromicina y antihistamínicos en dos
residencias de ancianos de un pueblo llamado Yepes (Toledo). Entre marzo y abril de 2020, los 84
residentes fueron tratados precozmente con antihistamínicos (dexclorfeniramina,
cetirizina o loratadina), añadiendo azitromicina en los 25 casos
sintomáticos. La edad media era de
85 años, y con el tratamiento no hubo ingresos hospitalarios, muertes ni
efectos adversos de los medicamentos, en una época en la que las bajas
debido al covid en las residencias de mayores se contabilizaban por decenas. A finales del mes de junio de 2020 se realizó
analítica serológica a todos (es decir, se estudió si tenían anticuerpos),
confirmándose que todos habían pasado el covid, la inmensa mayoría sin
enterarse.
La residencia de Yepes registró menos fallecimientos en 2020
El estudio ha pasado prácticamente desapercibido para nuestras
autoridades sanitarias, que en vez de promover un estudio más amplio en este
sentido o plantearse elaborar un protocolo de uso, se inclinaron hacia la vacunación masiva de la población… y en eso
siguen. Nosotros quisimos hacer un ensayo clínico para comprobar la efectividad del tratamiento de Yepes, pero no pudimos seguir por falta de
financiación y de apoyo institucional. Tras varios meses de trabajo y de
gestiones para la autorización del ensayo clínico, tuvimos que abandonar.
Los resultados del estudio inicial fueron publicados en la revista norteamericana,
Pulmonary Pharmacology and Therapeutics, tras haber sido autorizada su
realización por un Comité de Ética de Investigación con Medicamentos, y pasar
los filtros pertinentes. La noticia de la publicación salió en varios medios de comunicación nacionales. También tuvo cierta repercusión internacional. El tratamiento es sencillo y con medicamentos de uso habitual en consulta, cuya
seguridad ha quedado ampliamente demostrada en los más de 30 años que llevan
utilizándose en otras patologías. Podéis acceder al trabajo científico completo en este
enlace: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7833340/.
Y podéis escuchar la explicación detallada de los hallazgos
en este otro enlace de Youtube:
Este tratamiento se ha seguido utilizando en Yepes con los mismos excelentes resultados. Si como pensamos, el
tratamiento inhibe la replicación viral y la respuesta inflamatoria, al ser
efectos genéricos que no dependen de la variante del virus, seguirán
funcionando, ¿no?. Lo podemos demostrar con los resultados que siguen obteniendo
estos médicos, y que en breve esperamos que se publiquen también, como anunciamos hace algunas semanas.
Los medios de comunicación no ayudan nada en todo este lío
que tenemos montado, vacunas incluidas. Han demostrado ser el cuarto poder, muchos de ellos al servicio del poder oficial, fomentando la
campaña de vacunación masiva con estas vacunas
que aún se encuentran en estudio, sometidas a especial
vigilancia y cuyo uso generalizado se aprobó a la desesperada, por la urgencia
de la situación. Nos aterrorizan con las cifras de muertes, y sacan en
primera plana el único caso de un joven de x años que está intubado en tal
hospital. ¿Por qué no hilan fino y buscan los dos filos de la noticia, en vez
de irse al que hace más sangre?.
El año pasado fue muy duro, porque era todo nuevo, pero
actualmente muchos médicos – afortunadamente – saben – al menos en parte - cómo
tratar a los pacientes, y aunque en el hospital no hay medicaciones que
funcionen para todo el mundo, para muchos funcionan los corticoides, que fueron desacreditados cuando un internista de Granada lo comentó por primera vez en un vídeo que circuló por Internet,
y contra el que arrojaron cuchillos y navajas. Había que sancionarle por decir
semejantes barbaridades, incluso leí un artículo de un abogado que iba a
presentar una denuncia contra él por faltar a la verdad. Meses más tarde un
ensayo clínico en Reino Unido demostró que era cierta la hipótesis, que el
médico granaíno tenía razón. Todo el mundo ya usa los corticoides, pero claro,
nadie es profeta en su tierra…
Así somos. Lo que va contra las directrices oficiales, se
desacredita, y se le llama maldito. Se dice que son malditos bulos, y gente supuestamente
neutral lo desacredita también.
Todas las observaciones de medicamentos antiguos que pueden servir
para el covid, no valen, porque todo hay que demostrarlo mediante un estudio,
pero hay pocos apoyos externos, o apoyos institucionales. No hay apenas apoyos de
las autoridades sanitarias. El que tiene
una idea, tiene que demostrarla, aunque no sea ese su campo de trabajo. Y lo
tiene que hacer como investigador independiente, por tu cuenta, allá te las
arregles si no sabes cómo funciona esto de los estudios.
Muchos médicos están
tratando el covid con éxito, pero sus observaciones no se tienen en cuenta o se
desacreditan diciendo que “no es lo que recomiendan las guías”, o “no es lo que
recomienda el Ministerio”. Cuando las observaciones de los médicos no se tienen
en cuenta, mal vamos. Lo cierto es que esos médicos que no publican en revistas científicas porque no
es su campo, están manteniendo controlado el covid en su población. ¿Por qué el Ministerio o los
Servicios de Salud no hacen una investigación de esas poblaciones en las que la
mortalidad o los ingresos hospitalarios son más bajos que en otras poblaciones
en las que no se trata con las mismas medicaciones? ¿no hay medios? ¿o es que
todos los huevos los hemos puesto en el cesto de las vacunas? Y si es así, ¿por
qué ha sido?
Otra cosa a tener en cuenta es que no interesan los
medicamentos baratitos. El reposicionamiento
terapéutico es cuando un
medicamento que servía para una patología, ahora se ha visto que puede funcionar
en otra. Ese tipo de estudios rara vez están promovidos por
farmacéuticas. ¿Por qué? Porque desde el momento en que se sabe que esto puede
ser así, y se publica, ese descubrimiento no se puede proteger bajo patente
porque ya es público. Al no poder protegerlo bajo patente, no va a compensar
invertir en un ensayo clínico que demuestre esto, cuando esto cuesta un
dineral, y los médicos van a utilizar a lo mejor el genérico, y no el que yo he
utilizado como empresa farmacéutica en mi ensayo. ¿Qué rentabilidad voy a
obtener yo? Muy baja, no me compensa hacer el ensayo.Y si no hay ensayo que lo demuestre como se ha establecido que
debe hacerse en ciencia, pues como si no hubieras demostrado nada. ¿Ves qué difícil
es demostrar que algo barato, de andar por casa, es efectivo?
Ahora, vamos a las cifras oficiales, que llevo siguiendo
desde el año pasado y que no me acaban de cuadrar con lo que veo en la tele… para ello,
vamos a ver el último informe del Ministerio. La red de vigilancia
epidemiológica, se llama RENAVE, y
publica con periodicidad semanal un detallado informe con los casos de covid. La Red depende del
Instituto de Salud Carlos III, del Ministerio
de Sanidad. Los informes están en este link:
https://www.isciii.es/QueHacemos/Servicios/VigilanciaSaludPublicaRENAVE/EnfermedadesTransmisibles/Paginas/InformesCOVID-19.aspx
Son informes muy completos. Yo suelo mirar el último
informe, y en concreto la tabla 5, que en este
caso es el informe
número 90, de 4 de agosto. Es una tabla muy sencilla de leer e interpretar,
pues registra los casos confirmados, ingresos en hospital, ingresos en UCI y
fallecidos por grupos de edad:
Como se acaba de lanzar la campaña vacunal de los niños, veamos cuántos niños han fallecido de
covid en todo este tiempo. Según se puede ver en esa tabla, sumando todos los niños hasta 19 años cumplidos,
han fallecido 26 personas, de un total de 898.414
casos confirmados, es decir, una tasa de letalidad (muertes sobre el total de
casos) de 0,00289399 por 100, o lo que es lo mismo, han fallecido 2,89 por cada 100.000 confirmados positivos. Esta es la que se llama tasa de letalidad, es decir, fallecidos
de entre los infectados. No están
contabilizados en esa tabla todos los que han pasado el covid sin
enterarse, bien por asintomáticos o porque lo han pasado como un simple
catarro, por lo que esa tasa seguramente es muchísimo más baja.
La tasa de mortalidad
es otra cosa, es la proporción de fallecidos de entre el total del grupo de
edad existente en el país en un periodo concreto (es decir, sería entre todos
los menores de 20 años que tenemos censados, hayan pasado o no el covid). La
tasa de mortalidad siempre es mucho más baja que la tasa de letalidad, tanto de
la de letalidad de casos confirmados como de letalidad de casos totales (
incluidos los asintomáticos, por comprender también a los no infectados). En un
vídeo que me han enviado recientemente es la tasa que manejan. Por eso es tan
baja.
Yo me pregunto qué
estado basal tenían esos 26 menores de 20 años que han fallecido en lo que
llevamos de pandemia. ¿Estaban completamente sanos? ¿Eran niños y jóvenes sin
ningún tipo de problema de salud? Seguramente algunos sí, pero muchos otros probablemente
no. Esto es deducción lógica, porque las cifras no nos las han dado… o yo no
las he sabido encontrar. Si alguien conoce estos datos, agradezco me los haga
llegar.
¿Por qué, con una
tasa de mortalidad de 2,8 x 100.000 se inicia una campaña de vacunación masiva
a todos los niños? ¿es tan segura y tan efectiva la vacuna que podemos hacer esto? Teniendo
en cuenta que se aprobaron
como medicación de uso en emergencia, con una autorización condicional, o lo que es lo mismo, porque no había
opciones de tratamiento farmacológico efectivo, se aprobaron por la vía
acelerada, sin haber concluido los ensayos clínicos y estar aún pendientes de que las empresas farmacéuticas que han comercializado las vacunas, presenten resultados. Esto no se hace así
habitualmente para la autorización de los medicamentos (y las vacunas son
medicamentos)… mejor dicho, no se ha hecho así nunca desde que tenemos la
legislación que nos protege frente a posibles efectos adversos de los
medicamentos nuevos. Pero ahora se ha hecho por estar en una situación
excepcional.
Alguien pensará que se hace por el bien social. ¿De verdad? ¿por el bien social se vacuna con un producto cuya efectividad y sus efectos adversos a largo plazo se desconocen, a niños que mayoritariamente pasan el covid sin enterarse? y más cuando ahora ya se ha demostrado que los vacunados siguen transmitiendo la infección. Pero sobre esto escribiré más adelante. De momento, me gustaría que todo el mundo leyera en detalle lo que dicen las fichas técnicas de las vacunas, y en particular el apartado 5.3 "Datos preclínicos sobre seguridad". Ahí dejo los enlaces:
Comirnaty - Vacuna de Pfizer
Spikevax - Vacuna de Moderna
COVID-19 Vaccine Janssen