jueves, 12 de agosto de 2021

Reflexiones sobre la vacunación de covid a menores

Empiezo diciendo que tuvimos que abandonar la realización del ensayo clínico por falta de apoyo institucional por parte de nuestro Servicio de Salud, y falta de financiación. Se nos quedó en un bonito protocolo de ensayo clínico que hubiera podido tener resultados en un par de meses, pero... a veces las cosas no son como a uno le gustaría.

Ayer me llegó el mensaje angustiado de una amiga en el que me decía que otra amiga la había llamado para decirle que se vacunara ya contra el COVID, que había visto en la televisión la noticia de un chico joven al que habían tenido que intubar.

Siendo consciente de lo grave que puede ser esta enfermedad - más cuando las recomendaciones oficiales para el tratamiento en Atención Primaria es tratar únicamente con paracetamol… hasta que te pones a morir y tienes que ingresar en el hospital - voy revisando periódicamente las cifras oficiales de casos confirmados y de mortalidad, por grupos de edad.

Antes de meterme en faena, quisiera recordar que en enero un grupo de médicos publicamos un estudio sobre los resultados obtenidos con un simple tratamiento con azitromicina y antihistamínicos en dos residencias de ancianos de un pueblo llamado Yepes (Toledo). Entre marzo y abril de 2020, los 84 residentes fueron tratados precozmente con antihistamínicos (dexclorfeniramina, cetirizina o loratadina), añadiendo azitromicina en los 25 casos sintomáticos. La edad media era de 85 años, y con el tratamiento no hubo ingresos hospitalarios, muertes ni efectos adversos de los medicamentos, en una época en la que las bajas debido al covid en las residencias de mayores se contabilizaban por decenas. A finales del mes de junio de 2020 se realizó analítica serológica a todos (es decir, se estudió si tenían anticuerpos), confirmándose que todos habían pasado el covid, la inmensa mayoría sin enterarse.

La residencia de Yepes registró menos fallecimientos en 2020

El estudio ha pasado prácticamente desapercibido para nuestras autoridades sanitarias, que en vez de promover un estudio más amplio en este sentido o plantearse elaborar un protocolo de uso, se inclinaron hacia la vacunación masiva de la población… y en eso siguen. Nosotros quisimos hacer un ensayo clínico para comprobar la efectividad del tratamiento de Yepes, pero no pudimos seguir por falta de financiación y de apoyo institucional. Tras varios meses de trabajo y de gestiones para la autorización del ensayo clínico, tuvimos que abandonar. 

Los resultados del estudio inicial fueron publicados en la revista norteamericana, Pulmonary Pharmacology and Therapeutics, tras haber sido autorizada su realización por un Comité de Ética de Investigación con Medicamentos, y pasar los filtros pertinentes. La noticia de la publicación salió en varios medios de comunicación nacionales. También tuvo cierta repercusión internacional. El tratamiento es sencillo y con medicamentos de uso habitual en consulta, cuya seguridad ha quedado ampliamente demostrada en los más de 30 años que llevan utilizándose en otras patologías. Podéis acceder al trabajo científico completo en este enlace:  https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7833340/.

Y podéis escuchar la explicación detallada de los hallazgos en este otro enlace de Youtube:

Este tratamiento se ha seguido utilizando en Yepes con los mismos excelentes resultados. Si como pensamos, el tratamiento inhibe la replicación viral y la respuesta inflamatoria, al ser efectos genéricos que no dependen de la variante del virus, seguirán funcionando, ¿no?. Lo podemos demostrar con los resultados que siguen obteniendo estos médicos, y que en breve esperamos que se publiquen también, como anunciamos hace algunas semanas.

Los medios de comunicación no ayudan nada en todo este lío que tenemos montado, vacunas incluidas. Han demostrado ser el cuarto poder, muchos de ellos al servicio del poder oficial, fomentando la campaña de vacunación masiva con estas vacunas que aún se encuentran en estudio, sometidas a especial vigilancia y cuyo uso generalizado se aprobó a la desesperada, por la urgencia de la situación. Nos aterrorizan con las cifras de muertes, y sacan en primera plana el único caso de un joven de x años que está intubado en tal hospital. ¿Por qué no hilan fino y buscan los dos filos de la noticia, en vez de irse al que hace más sangre?.

El año pasado fue muy duro, porque era todo nuevo, pero actualmente muchos médicos – afortunadamente – saben – al menos en parte - cómo tratar a los pacientes, y aunque en el hospital no hay medicaciones que funcionen para todo el mundo, para muchos funcionan los corticoides, que fueron desacreditados cuando un internista de Granada lo comentó por primera vez en un vídeo que circuló por Internet, y contra el que arrojaron cuchillos y navajas. Había que sancionarle por decir semejantes barbaridades, incluso leí un artículo de un abogado que iba a presentar una denuncia contra él por faltar a la verdad. Meses más tarde un ensayo clínico en Reino Unido demostró que era cierta la hipótesis, que el médico granaíno tenía razón. Todo el mundo ya usa los corticoides, pero claro, nadie es profeta en su tierra…

Así somos. Lo que va contra las directrices oficiales, se desacredita, y se le llama maldito. Se dice que son malditos bulos, y gente supuestamente neutral lo desacredita también.

Todas las observaciones de medicamentos antiguos que pueden servir para el covid, no valen, porque todo hay que demostrarlo mediante un estudio, pero hay pocos apoyos externos, o apoyos institucionales. No hay apenas apoyos de las autoridades sanitarias. El que tiene una idea, tiene que demostrarla, aunque no sea ese su campo de trabajo. Y lo tiene que hacer como investigador independiente, por tu cuenta, allá te las arregles si no sabes cómo funciona esto de los estudios. 

Muchos médicos están tratando el covid con éxito, pero sus observaciones no se tienen en cuenta o se desacreditan diciendo que “no es lo que recomiendan las guías”, o “no es lo que recomienda el Ministerio”. Cuando las observaciones de los médicos no se tienen en cuenta, mal vamos. Lo cierto es que esos médicos que no publican en revistas científicas porque no es su campo, están manteniendo controlado el covid en su población. ¿Por qué el Ministerio o los Servicios de Salud no hacen una investigación de esas poblaciones en las que la mortalidad o los ingresos hospitalarios son más bajos que en otras poblaciones en las que no se trata con las mismas medicaciones? ¿no hay medios? ¿o es que todos los huevos los hemos puesto en el cesto de las vacunas? Y si es así, ¿por qué ha sido?

Otra cosa a tener en cuenta es que no interesan los medicamentos baratitos. El reposicionamiento terapéutico es cuando un medicamento que servía para una patología, ahora se ha visto que puede funcionar en otra. Ese tipo de estudios rara vez están promovidos por farmacéuticas. ¿Por qué? Porque desde el momento en que se sabe que esto puede ser así, y se publica, ese descubrimiento no se puede proteger bajo patente porque ya es público. Al no poder protegerlo bajo patente, no va a compensar invertir en un ensayo clínico que demuestre esto, cuando esto cuesta un dineral, y los médicos van a utilizar a lo mejor el genérico, y no el que yo he utilizado como empresa farmacéutica en mi ensayo. ¿Qué rentabilidad voy a obtener yo? Muy baja, no me compensa hacer el ensayo.Y si no hay ensayo que lo demuestre como se ha establecido que debe hacerse en ciencia, pues como si no hubieras demostrado nada. ¿Ves qué difícil es demostrar que algo barato, de andar por casa, es efectivo?

Ahora, vamos a las cifras oficiales, que llevo siguiendo desde el año pasado y que no me acaban de cuadrar con lo que veo en la tele… para ello, vamos a ver el último informe del Ministerio. La red de vigilancia epidemiológica, se llama RENAVE, y publica con periodicidad semanal un detallado informe con los casos de covid. La Red depende del Instituto de Salud Carlos III, del Ministerio de Sanidad. Los informes están en este link:

https://www.isciii.es/QueHacemos/Servicios/VigilanciaSaludPublicaRENAVE/EnfermedadesTransmisibles/Paginas/InformesCOVID-19.aspx

Son informes muy completos. Yo suelo mirar el último informe, y en concreto la tabla 5, que en este caso es el informe número 90, de 4 de agosto. Es una tabla muy sencilla de leer e interpretar, pues registra los casos confirmados, ingresos en hospital, ingresos en UCI y fallecidos por grupos de edad: 

Como se acaba de lanzar la campaña vacunal de los niños, veamos cuántos niños han fallecido de covid en todo este tiempo. Según se puede ver en esa tabla, sumando todos los niños hasta 19 años cumplidos, han fallecido 26 personas, de un total de 898.414 casos confirmados, es decir, una tasa de letalidad (muertes sobre el total de casos) de 0,00289399 por 100, o lo que es lo mismo, han fallecido 2,89 por cada 100.000 confirmados positivos.  Esta es la que se llama tasa de letalidad, es decir, fallecidos de entre los infectados. No están contabilizados en esa tabla todos los que han pasado el covid sin enterarse, bien por asintomáticos o porque lo han pasado como un simple catarro, por lo que esa tasa seguramente es muchísimo más baja.

La tasa de mortalidad es otra cosa, es la proporción de fallecidos de entre el total del grupo de edad existente en el país en un periodo concreto (es decir, sería entre todos los menores de 20 años que tenemos censados, hayan pasado o no el covid). La tasa de mortalidad siempre es mucho más baja que la tasa de letalidad, tanto de la de letalidad de casos confirmados como de letalidad de casos totales ( incluidos los asintomáticos, por comprender también a los no infectados). En un vídeo que me han enviado recientemente es la tasa que manejan. Por eso es tan baja.

Yo me pregunto qué estado basal tenían esos 26 menores de 20 años que han fallecido en lo que llevamos de pandemia. ¿Estaban completamente sanos? ¿Eran niños y jóvenes sin ningún tipo de problema de salud? Seguramente algunos sí, pero muchos otros probablemente no. Esto es deducción lógica, porque las cifras no nos las han dado… o yo no las he sabido encontrar. Si alguien conoce estos datos, agradezco me los haga llegar.

¿Por qué, con una tasa de mortalidad de 2,8 x 100.000 se inicia una campaña de vacunación masiva a todos los niños? ¿es tan segura y tan efectiva la vacuna que podemos hacer esto? Teniendo en cuenta que se aprobaron como medicación de uso en emergencia, con una autorización condicional, o lo que es lo mismo, porque no había opciones de tratamiento farmacológico efectivo, se aprobaron por la vía acelerada, sin haber concluido los ensayos clínicos y estar aún pendientes de que las empresas farmacéuticas que han comercializado las vacunas, presenten resultados. Esto no se hace así habitualmente para la autorización de los medicamentos (y las vacunas son medicamentos)… mejor dicho, no se ha hecho así nunca desde que tenemos la legislación que nos protege frente a posibles efectos adversos de los medicamentos nuevos. Pero ahora se ha hecho por estar en una situación excepcional.

Alguien pensará que se hace por el bien social. ¿De verdad? ¿por el bien social se vacuna con un producto cuya efectividad y sus efectos adversos a largo plazo se desconocen, a niños que mayoritariamente pasan el covid sin enterarse? y más cuando ahora ya se ha demostrado que los vacunados siguen transmitiendo la infección. Pero sobre esto escribiré más adelante. De momento, me gustaría que todo el mundo leyera en detalle lo que dicen las fichas técnicas de las vacunas, y en particular el apartado 5.3 "Datos preclínicos sobre seguridad". Ahí dejo los enlaces:

Comirnaty - Vacuna de Pfizer

Spikevax - Vacuna de Moderna

COVID-19 Vaccine Janssen